Si alguna vez te hiere el recuerdo, buscame al final del camino. Yo, estaré esperando ver tu silueta surgir de la brma como barco a la deriva.
Y cuando llegue el momento que mis brazos te reciban, cantarán los mirlos, nacerán alondras en su nido.
Y yo, mirare tranquilo que tu rostro ya no es el mismo que amé por tanto tiempo, ni tus caricias son mias.
Pero ahí estaré si es preciso al final de todos los caminos, cuando tus manos viajeras necesiten refugio y abrigo.
à bientôt!
martes, 28 de septiembre de 2010
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